sábado, 21 de julio de 2007

La muerte del Negro Fonanarrosa


De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro"

La muerte de Roberto Fontanarrosa, acaecida este fin de semana, me ha causado esa impresión que se tiene cuando te enteras, o incluso tienes que ir, al funeral de un viejo conocido que tal vez no has visto durante mucho tiempo, pero que te sigue siendo muy familiar.


A Fontanarrosa lo leí gracias a mi padre, no es que recuerde alguna conversación en donde hubiera escuchado cualquier cosa del intelectual dibujante, en realidad recuerdo muy pocas pláticas con mi padre que tuvieran como objetivo despertar mi interés en leer, escuchar, observar el trabajo de algún artista en especial. Simplemente, a la par de las colecciones de acetatos, de muchos y diversos libros; en casa había algunos librillos de Boogie El Aceitoso, igual de Pereira, a quien tengo menos presente. Pero lo que recuerdo haber leído y releído, con el objeto de reírme de nuevo, de pensar una y otra vez en cómo se le podían ocurrir frases tan simples pero tan divertidas, y de estudiar y analizar con muy especial detenimiento, su trazo, desenfadado, sucio, de monigotes que en ese momento competían en mi infancia con Quino, Charles Schulz e incluso Rius; eran aquellos cuadros que relataban situaciones momentáneas, eran los “grandes temas” de Fontanarrosa, sobre el futbol, el matrimonio, el sexo, los doctores, la política, todo aquello que rodeaba su vida, tal cual es rodeada la de todos nosotros por todas esas cosas comunes y con todas aquellas con las que tenemos que lidiar a diario.


Recuerdo haber regresado a Fontanarrosa en innumerables ocasiones, lo haría ahora mismo, de saber en donde quedaron aquellos librillos.


Hincha incansable de Rosario Central, que se sorprendió cuando Maradona llegó a Newell´s, “porque ahí? –decía el “negro”, habiendo tantos equipos!”, “al final Maradona jugo escasos partidos, ningún clásico, así que no pasó nada importante”, le escuche diciendo en una entrevista reciente, de las últimas realizadas.


Una pipa, en honor al Negro Fontanarrosa.

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